Ante
la angustiante realidad que enfrenta la humanidad por la guerra entre Ucrania y
Rusia, irrumpe la Semana Santa con voz amorosa y reflexiva junto al papa
Francisco I y millones de personas, imploramos y exigimos un alto al fuego. Rusia,
líder mundial, con voz y voto en el Consejo de Seguridad de la ONU, está
obligado a fomentar paz y paradójicamente, es quien ha principiado esta barbarie
que nos atormenta.
Aún
no logramos vencer al Covid-19 y como éxito de la civilización posmoderna, surge
esta fatídica guerra y otras, provocadas por el hombre todopoderoso que labra inequidad,
pobreza, dolor y discriminación; por lo que Semana Santa, centrada en la extraordinaria
vida de Cristo, quien padeció y perdonó a sus verdugos, se convierte en una
poderosa educación colectiva, capaz de ennoblecer el espíritu humano, para lograr
la alfabetización compasiva y bondadosa.
Para
muchos, Semana Santa es un ritual cultural de carácter integrador y
globalizador, y más allá de nuestros credos religiosos, nos compromete ejecutar
la pedagogía de amar al prójimo como a uno mismo, sin embargo, franqueamos la
vida desconfiando del otro, cuando en realidad debemos cultivar una convivencia
armoniosa con los demás.
Esta
conmemoración reflexiva, desde mi punto de vista, acompañado de sus admirables
sermones trasmitidos de tiempos inmemoriales y esas potentes iconografías y
acciones de piedad, son una poderosa educación colectiva que persuade y conmueve,
invitándonos a hacer el bien común, pese a nuestros
intereses personales.
Asimismo,
Semana Santa simboliza pedagogía colectiva y robustece nuestra sensibilidad en
un mundo secular colmado de consumismo y valores prácticos, en tal sentido, los
gobiernos deben incrustar en sus planes curriculares educativos, como sugiere
la UNESCO, contenidos de amor, sembrando desde la infancia, paz, tolerancia y amor
genuino al prójimo.
Para
terminar, Semana Santa, nos transmite una poderosa fuerza didáctica, para enseñar
y aprender a vivir en paz con los demás y nos muestra el camino del bien y del
mal, sencillamente elijamos el bueno. Podemos conocernos y querernos más para
amar al prójimo. Es momento de sonreír desde el corazón y hagamos de nuestra vida,
un ritual feliz. Es nuestra decisión hacerlo.
Fuentes.
- ONU (2022)
Consejo de seguridad de las naciones unidas. https://www.un.org/securitycouncil/es/content/current-members
- Antonio Rafael
Fernández Paradas. Didáctica de la Semana Santa. pedagogías para la
colectividad. https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=723193
- Francisco I. (2022) Ucrania: El papa
Francisco pide una tregua por la Pascua. https://www.youtube.com/watch?v=gwYBCkfwREU
- UNESCO (2022) Construir la paz en la mente de los hombres y las
mujeres. https://es.unesco.org/
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© David Auris Villegas.
Escritor, columnista, pedagogo peruano e ideólogo de la educación para el buen
vivir.
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