Mostrando entradas con la etiqueta Columna. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Columna. Mostrar todas las entradas

Docente ético: ingeniero social constructor de una cultura de paz

 


La humanidad atraviesa un expectante viaje y al mismo tiempo se ve asaltada por problemas ecológicos, espantosa desigualdad, inmensa masa de pobres globales, discriminación étnica, crímenes contra la mujer, ultraje a nuestra madre tierra, descomunal armamentos nucleares, bárbaro egoísmo, terrorismo global, refinada corrupción y el latente grito de guerra, masificada gracias al discurso de la competitividad y el consumismo, fomentado por un sistema educativo cognitivo relegando la praxis de la educación para la paz.


Ante esta sociedad somnolienta en regazos de la tecnología que aún rinde culto a los más fuertes y sigue tendencias banales en la web, germina el docente ético, ejerciendo conscientemente un liderazgo educativo y como ingeniero social hace viable la construcción de una cultura de paz desde la trinchera  pedagógica, demostrando su poder generador de paz en la esfera personal, social y profesional consciente que, “todo ser humano busca la felicidad” como sostiene nuestra amiga Rigoberta Menchú (2018).

El docente en la esfera personal centra el ejercicio del respeto a sí mismo para generar respeto en su órbita familiar, mostrando una empatía gravitacional en el universo de sus  amistades.

El docente en la esfera personal centra el ejercicio del respeto a sí mismo para generar respeto en su órbita familiar, mostrando una empatía gravitacional en el universo de sus  amistades reflexivamente conduce su vida, oteando al pasado con una dosis reconciliadora e indulgente, intentando disfrutar el presente bajo recintos de una activa consciencia,  poniéndose en lugar de la otra persona, y alisa su mirada hacia el futuro, una visión de desarrollo sostenible acudiendo a la praxis del concierto de paz en brazos del buen vivir.

Asume el desafío pedagógico del vivir desde su paz interior, liderando como hijo sincero, hermano indulgente y mediador, padre o madre amoroso, vecino tolerante, practica la fidelidad de pareja como núcleo central de la familia provocando una cultura de paz, manteniéndola sostenidamente a lo largo del viaje de la vida cotidiana como una rutina innovadora, meditando al empezar y finalizar el día, siempre dispuesto a servir a los demás, abriendo nuevas espacios de esperanza apelando a su inteligencia emocional.

Este mismo ingeniero social, protagoniza una exitosa vida profesional e inspira carismáticamente a la comunidad educativa, generando pasión ético por la responsabilidad, el respeto a las personas, valora diferentes ideas y etnias, permeabilizando la convivencia, haciendo del aula un show académico difícil de abandonar como sugería Montessori, como el buen vivir pedagógico, convirtiendo en una paradigma académica, sobreponiendo el compartir sobre la absurda competencia que abruma al ser humano.

A pesar que carecemos la certeza del mañana y que nada es suficiente en estos tiempos líquidos, la comunidad educadora bajo el enfoque ético, aspira conocer intrínsecamente a los estudiantes, otorgándole sentido a su destino, ejerciendo filosóficamente la práctica de la filosofía de la no violencia de Gandhi, para evitar fricciones en la naturaleza humana, evitando comparar y deleitarse con la derrota de los compañeros alcanzando formar un estatus de ciudadanos exitosos y felices.  

El ejercicio social del docente ético se ve pauteado por sus condiciones dialécticas que a pesar de una adormecida sociedad consumista, no renuncia a la paz como norte de la justicia, al contrario exalta una vida digna de hacer el bien a los demás como una acción  natural y no una práctica forzada. Ve a la sociedad como una escuela ciclópea, entendiendo la diversidad como una enorme ventaja para la preservación de una sociedad más justa reflejada en la vida cotidiana, impregnando vestigios de progreso dignas de ser imitadas como los nuevos influencer en una generación digital, invadida por una sociedad de consumo insatisfecho.
¿Está en la obligación de ejercer una pedagogía preventiva en una generación digital alejado de la mediación y la conciliación preñado de los valores prácticos postmodernos?

Asimismo, la docencia ética, ¿Está en la obligación de ejercer una pedagogía preventiva en una generación digital alejado de la mediación y la conciliación preñado de los valores prácticos postmodernos? Definitivamente creemos que si, y apostará por la construcción de una cohesionada sociedad capaz de afrontar exitosamente los problemas sociales a partir de una interrelación axiológica.

En suma, el maestro ético es un Tutor paradigmático agradable centrado en el ser, habla bien de todos, erige una responsable familia, evita expresar sucesos negativos de los estudiante, genera paz, mejora políticas educativas, rediseña estrategias colaborativas vivenciales comprometiendo a toda la sociedad, autoequipando su patrimonio moral con vista a un mundo mejor, ve al otro como a sí mismo, invitándonos a predicar esta nueva religión, la cultura de paz, en el sistema educativo, familiar y espacios de la sociedad para garantizar la supervivencia de la raza humana.

Educación revolucionaria: tarea de todos los peruanos

 

Perú, históricamente, asienta su precario crecimiento, en una risible política extractivista, exportando materias primas ahora a nuevos mercados, como el chino, pero ¿Qué sucederá si estos monstruos quebrasen?, peor todavía, que el demonio arruine nuestras posesiones;   indudablemente, vendría abajo el ficticio crecimiento dependiente de 4%,  porque olvidamos concebir una educación científica para producir productos agregados y desafiar el porvenir.

Con el objetivo de alejarnos de esta extraña paradoja, siendo la educación de calidad un derecho humano, así como el derecho a una vida sana, divaguemos un desarrollo sostenido en países rezagados como el nuestro, provocando una educación revolucionaria, implicando orgánicamente a la sociedad bajo el liderazgo de los mentores, llamados ingenieros sociales.

Para ello la articulación simultánea denominada sinergia, surgida como paradigma estimulante de cambio, impulsa un compromiso activo al estado, la comunidad científica, el empresariado, los ingenieros sociales, la  familia y la sociedad; fusionando actitudes, experiencia y conocimiento para promover el talento humano en nombre del desarrollo.

En esta línea, es imprescindible empoderar mentalmente a los involucrados del proceso educativo, a través de una praxis ética y ciudadanía global para una cultura de paz, conquistando una vida plena y equitativa, consolidando un horizonte de oportunidades para todos y todas, cultivando las pautas de Kasuga “bien ser, bien hacer y bien vivir”.

Este proceso revolucionario, centra como núcleo neurálgico a la docencia subversiva o ingenieros sociales insatisfechos, abocados a empoderarse los novedosos recursos pedagógicos, situando constantemente en tela de juicio crítico todas las innovaciones, la acción personal y profesional en torno a una realidad altamente cambiante y desafiante.

Durante esta inhumana competitividad, ¿Acaso cabe reflexionar, aprender o morir? Al respecto Peter Senge,  nos alerta a aprender genuina y continuamente desde del pensamiento sistémico y complejo, si deseamos sobrevivir; centrándonos en nuestro único capital humano en estos tiempos de globalización, nuestra capacidad de aprender y desaprender rápidamente ante cambios constantes de paradigmas que aún no la entendemos.

Estos paradigmas y arquetipos están evolucionando infatigablemente, empujándonos a discusiones objetivas, poniendo la razón sobre los subjetivismos; donde la educación juega un rol preponderante, incitando a los operadores de este campo, generar una obsesión por la educación de calidad a nivel planetario, coincidiendo con Andrés Openheimer.

Atendiendo este menaje, la comunidad europea, un continente multilingüe y pluricultural con muchas naciones e históricas guerras pasadas, ha logrado instituir la educación superior europeo, movilizando a estudiantes y profesores que Latinoamérica y Perú, aún no ha logrado imitar y superar este sistema que, favorece el desarrollo sostenido y equitativo.

Ante el contexto de la galopante mundialización que todo lo empequeñece, las políticas educativas están obligadas a ser pauteada por expertos pedagogos muldisciplinarios,  impulsando una educación científica que podría acercarnos a lograr un avance significativo, en el incierto cosmos del porvenir signado por la incertidumbre.

En este travesía científica y excitante, es ineludible priorizar una investigación propositva  desde el sistema educativo longitudinal, apostando investigaciones experimentales con el objetivo de solucionar problemas, crear objetos tecnológicos y generar patentes desde un conocimiento epistemológico alejado de lo doxático que aún es común en nuestra educación.

Convergiendo todos en la praxis de una educación inclusiva que vaya de la mano con la  agenda del Desarrollo Sostenible  al 2030 de la ONU, el ingeniero social como motor de desarrollo, carga sobre sus hombros pedagógicos, la enorme responsabilidad ética de liderar subversivamente una educación sin límites en espacios como la internet, su formidable aliado aún no explotado en toda su dimensión.

A lo sustentado, probablemente los especialistas y expertos burócratas peruanos, pierna en alto podrán rebatir esta hipótesis en contubernio con la masa de docentes repetidores de dogmas del sistema educativo que, aplican recetas pedagógicas momificando a la comunidad estudiantil, quienes viven engañados por calificaciones que, en la vida real no significa gran cosa, como prueban los grandes creadores del planeta.

Blandiendo con intrepidez la religión de la pedagogía revolucionaría, invitamos a los expertos, plantear políticas educativa, generando obsesión por una educación científica humanista, produciendo nuevos conocimientos de exportación, ungiendo un patrimonio ético bajo una cultura de paz, liderados por ingenieros sociales, abocados a la construcción de nuevas paradigmas sociales, movilizando a la sociedad activa, como actores del campo de batalla de esta transformación educativa, asentadas en mano de cada uno de nosotros.


América: un inesperado destino aislados por la educación


Aunque Ud., no lo crea, estamos de fiesta  americana y hay mucho por celebrar y novedosas jornadas que afrontar como países, centrándonos en la educación discutida a nivel planetario, olvidando que es fruto del sistema educativo sórdido o bien intencionado como demuestra la azarosa vida del continente.


América exhibe un sistema educativo complejo, con estudiantes competentes e ineptos para resolver problemas cotidianos de identidad, convivencia, ciencia, tecnología, creatividad, paradójicas horas de estudios, docencia con salario heterogéneo y un presupuesto disparejo bajo políticas educativas risiblemente cooperador.

Insólitamente en plena globalización, el sistema educativo de la región, está erigiendo países separados por absurdas fronteras pedagógicas, dando al traste la cohesión de la unión americana y el desarrollo sostenido, oscureciendo el destino de un solo continente.

La OEA, institucionalizada en 1890 con sede en Washington, logró consolidarse en 1948 y desde 1931 celebramos cada 14 de abril en todo el continente. Su misión es cultivar la paz, democracia, derechos humanos, buena vecindad, erradicar la pobreza, seguridad, soberanía y desarrollo sostenido, entonces: ¿Por qué solo EU y Canadá están logrando estos objetivos?, ¿Qué de los Sudamericanos?, ¿Cuál es el rol de la educación?.

América anglosajona persigue una línea de educación pragmática competitiva, altos recursos económicos y estudiantes cognitivos para producir conocimientos y tecnología, en un contexto de espinosa convivencia, y tolerancia hacia los latinos, con una docencia altamente cognitiva y regularmente valorados, navegando en propuestas y soluciones, viven de espaldas a la ética de compartir sus logros.
América Latina embelesado en lo diagnóstico, ostenta una educación heterogénea y sobrevalorada, con estudiantes alejados de asuntos diarios, limitada creatividad, escasa producción de conocimientos, cuantiosas clases teóricas, menos práctica y una docencia despreciada con salario irrisorio y un presupuesto limitado.
América Latina embelesado en lo diagnóstico, ostenta una educación heterogénea y sobrevalorada, con estudiantes alejados de asuntos diarios, limitada creatividad, escasa producción de conocimientos, cuantiosas clases teóricas, menos práctica y una docencia despreciada con salario irrisorio y un presupuesto limitado dentro de un sistema educativo de espaldas a la tecnología, la ciencia y la ética coincidiendo con informes de la UNESCO de 2018.

Asimismo el sistema educativo estadounidense educa pragmáticamente para norteamericanizar a sus habitantes y erguirse como la supremacía desarrollada, destinada a liderar el planeta en base a la ciencia y tecnología, apropiándose la denominación, “americano”, distinguiendo ingratamente de su patio tarsero,  América Latina, de acuerdo a la doctrina Monroe.

En tanto el sistema educativo latino individualista asaltado por “amiguismos”, educa para sudamericanizar, alejándose de la cohesión americana, incapaz de tender puentes de cooperación sostenida y generar ciencia, mentalizan subrepticiamente a sus ciudadanos considerando al país del norte, (EU), como el sueño americano sin importar nuestra identidad.

Ante esta coyuntura, la transferencia tecnológica y movilidad de científicos e investigadores y convenios educativos a nivel regional  no se hace realidad a pesar de algunos esfuerzos aislados de Chile, Brasil y Argentina, debido al patrioterismo de frontera y gobiernos populistas que, absurdamente protegen su “identidad nacional” cuando habitamos un espacio gobernados por la virtualidad y la necesaria cooperación internacional, empujándonos a intercambiar materias primas por tecnología anclado en la educación como pilar de desarrollo.


 
Incapaz de una política educativa regional sostenida, folclóricamente cada país, esgrime ciego a la ciencia,  promesas como la meritocracia que no es otra cosa que acumular papeles para asegurarse un puesto, ya que escasamente existen productos latinos de exportación gracias a esa meritocracia presumidos en grados académicos sobrevalorados.


El sistema educativo centralista con mayor énfasis en Latinoamérica como prueba nuestro subdesarrollo, aún no desarrolla un currículo equitativo que permita la libre circulación de estudiantes en todos los niveles de educación, invitando a los docentes, romper paradigmas gracias a sus propuestas de solución a la problemática educativa cooperante.

De tal manera, el corrupto y sobrecosteado sistema educativo latino, lejos de imitar  y superar la educación anglosajona, aún rinde culto a la personalidad, la publicidad política y una cuantiosa teoría indigestante, olvida educar para construir instituciones sólidas apegadas a la ley, que arremeta contra la corrupción imperante.

Sin embargo el sistema educativo en la región americana presenta gestos y esfuerzos para caminar juntos como los proyectos de la OEA, PNUD, UNESCO, diversos observatorios, congresos, el Proyecto Zero de Harvard y las becas a brillantes estudiantes latinos, así como Chile, no requiere VISA para viajar a EEUU y Canadá, facilitando el desplazamiento de académicos y estudiantes.

Siendo la educación, componente del Indice de Desarrollo Humano - IDH, hagamos de ésta, instrumento de unión americana, nivelando contenidos curriculares y convenios, para el desplazamiento libre de estudiantes, profesores, académicos, científicos y generar aprendizajes novedosos, centrados en la producción y adecuado uso de conocimientos científicos, basado en la solidaridad ética y transferencia de tecnología asistida, bajo el marco de un sistema educativo fiable, apuntando construir una institución similar a la Unión europea, haciendo de este continente una sola gran isla americana.

Guerra del pacífico y una educación peruana condenada a repetir la historia

 

Honrando la memoria de mi bisabuelo salpicada en la llamada guerra del pacífico, con la victoria de un “pequeño país sobre dos grandes países”, hoy espantado observo un Chile invadido por casi medio millón de peruanos y bolivianos, en su mayoría huyendo de la pobreza, ironizando la guerra de hace 140 años; quienes olvidando la historia, ejecutan sencillos trabajos que en sus países lo harían a regañadientes, en contraste más diez mil chilenos lideran empresas en ambos territorios a través del poder de la mente y la inteligencia.

Así el Tahuantinsuyo de María Rostworowski, había caído en pocos días en poder de un grupo de españoles y el Perú republicano cayó de la misma manera tan violenta en manos de los chilenos que, con tristeza histórica sostengo, el sistema educativo peruano, ingenuamente educa a los ciudadanos y ciudadanas destinadas a repetir la historia como prueba manifiestamente la realidad actual descrita líneas arriba.

Perú, sentado sobre una riqueza natural, vivió su primer medio siglo republicano sin visión de futuro, centralizado, colmado de conflictos, intereses de los poderosos, inestabilidad, constantes golpes de estado por militares corruptos y despilfarro de dinero gracias al guano y el salitre y lo más triste, gobernados por ladrones como los últimos gobernantes: Morales Bermúdez, García, Fujimori, Toledo, Humala y PPK,  y ciegos ante el futuro, continuamos exportando materias primas sin procesarla debido a una mediocre educación y escasa investigación.

Bolivia, transitó su primer medio siglo de vida republicana, sumergido en guerras civiles e inestabilidad, revueltas y una constante amenaza por países limítrofes, crisis económica, carente de visión país y sin planes para el futuro y una mediocre clase dirigencial incapaz de explotar su salitre, así como hoy, Evo Morales, anclado en el pasado con política estractivista, reclama sus tierras, olvidando construir prosperidad en base a una educación de calidad científica.

Chile, único candidato sudamericano a convertirse en un país desarrollado, desde su independencia con limitadas riquezas naturales, sienta bases democráticas y sigue una política austera, sostenida, ordenada y expansionista de cara al futuro, actúo de acuerdo a su tiempo; así como hoy en la globalización, sus gobernantes estadistas lo están haciendo con éxito y gracias a la inversión en educación e investigación, siembran capital  en países vecinos, como lo hizo en su momento en la ex costa boliviana y peruana.

El proceso de esta guerra enfrascó a estos tres países sudamericanos, desarrollado entre 1879 y 1883  con la victoria de Chile y la pérdida de territorio de Perú y Bolivia, cuya consecuencia aún está latente y se mantendrá por siglos; sin embargo ayudó a conocernos más, sentir amor patrio por nuestras naciones y construir una identidad nacional, invitándonos a caminar juntos como hermanos, hacia un futuro común, acudiendo a concesiones de tierras si deseamos avanzar como sociedad fraterna.

Consumada la guerra, el sistema educativo peruano mediocre y corrupto, centrado en padrinazgos, contenidos, premios y grados académicos hasta hoy, no ha logrado descifrar el mensaje de aquella aciaga situación que, es educar científicamente a todo la sociedad para empoderarnos de los conocimientos y producir nuevos conocimientos y crear tecnologías con el objetivo de transformar nuestras cuantiosas materias primas en productos de consumo directo, como la de producir y exportar celulares o medicinas de consumo mundial.

Asimismo en la actualidad, los mediocres, ladrones, improvisados y corruptos gobernantes, alcaldes, congresistas y empresarios, carentes de ética, sin visión de futuro, como lo demuestra descarnadamente la empresa Odebrecht, son incapaces de liderar políticas educativas competitivas a nivel mundial que generen desarrollo sostenido y encamine al progreso nacional, como están logrando Korea del Sur entre otros países, centrados en la economía del conocimiento reclamado por Andrés Openheimer.

Avizorando una educación preventiva, es necesario elevar el presupuesto para este sector e invertir éticamente en formar la élite de científicos interdisciplinarios encabezados por competentes pedagogos para liderar una educación transversal de calidad, instalando internet y computadoras en cada institución educativa a nivel nacional con el objetivo de desarrollar, investigación, creatividad y criticidad de los estudiantes, dispuestos a crear para no morir.

Finalmente sostengo que es tiempo de trabajar proyectos de integración y cooperación sostenida, bajo un plan a corto y mediano plazo e invertir en una educación innovadora científica digital, industrializando y tecnologizando al país; divorciándonos del pasado difundamos una educación ética para la paz  y entendimiento a través de la plataforma de la internet dentro de esta aldea global y eduquemos a la sociedad para elegir líderes  y lideresas estadistas de visión mundial y no ladrones y corruptos para no repetir la historia.
 

Revalorizando el estatus profesional del mejor profesor del mundo


Como soldado del ejército de profesionales más importantes y menos valorados a nivel planetario, disfruto la confirmación de mi sospecha respecto al heroico compromiso de los educadores y educadoras que, a pesar de un salario irrisorio y animadversión social en países sudesarrollados como el nuestro, libran épicas batallas por un mundo mejor, como Peter Tabichi que hoy aparece en las portadas del mundo, gracias a la fundación Varkey, considerándolo él mejor profesor del mundo, 2019.


Lo cierto es que el estado, la sociedad, la prensa y el empresariado no ven con buenos ojos a la comunidad docente, pero destaco el impacto mundial que genera esta elección del mejor “maestro” del mundo, el mismo que empodera y fomenta el liderazgo pedagógico articulado, elevando el estatus docente, inyectando conciencia y pasión por la educación de calidad ciudadana universal.

En esta línea, la Fundación Varkley (The global teacher prize), enarbolando su filosofía altruista, estimula una mejor educación global del planeta con sus postulados de innovar procesos de aprendizaje, empoderando pedagógicamente a los maestros y maestras, generando el cambio educativo, concluyendo con el reconocimiento pecuniario a los esfuerzos creativos en cualquier parte del mundo.
 

Definitivamente este aliciente incentiva la reinserción protagónica del docente en su entorno social a nivel macro, ejerciendo la educación desde diversas perspectivas globales en red con responsabilidad.


Definitivamente este aliciente incentiva la reinserción protagónica del docente en su entorno social a nivel macro, ejerciendo la educación desde diversas perspectivas globales en red con responsabilidad, utilizando plataformas del internet que ahora ha acortado las distancias del planeta, ampliando los horizontes de nuevos aprendizajes por los actores centrales de la educación al centro de la interconexión mundial.

Por consiguiente, la docencia relativamente comprometida debido a un estipendio limitado y una vocación en crecimiento, se ve obligado masivamente renovar su compromiso social, desarrollando su pasión pedagógica, desde una intrínseca motivación, empoderándose una actitud resiliente y disruptiva, con miras a producir nuevos conocimientos en un espacio donde la incertidumbre va pauteando nuestros quehaceres cotidianos.

Ante esta coyuntura de relevancia social, el docente en su posición educadora, se ve presionado a aprovechar y liderar pedagógicamente los destinos de una sociedad  global, como profesionales influencer en la generación google a lo largo y ancho del planeta, liberándolos de su acartonamiento del sistema educativo, implantado por políticos emocionales de mirada cortoplacista.

Asimismo estos reconocimientos globales empujan e invita a la sociedad, reconocer colectivamente su estatus académico y el rol protagónico del docente para la transformación social y apoyarlo decididamente en sus avatares y realización profesional, con el objetivo de construir una ciudadanía planetaria cognitiva, aperturando una convivencia solidaria con su entorno humano y ecológico.

De la misma manera el empresariado en su rol generador de empleos, está invitado hacer eco estos gestos mundiales, organizando y destinando fondos en su jurisdicción, adoptando instituciones educativas como en los países desarrollados, con el ánimo de construir una sociedad más próspera y equitativa, haciendo común un lema ya muy practicado masivamente a nivel universal, “todos por la educación”.

Conscientes de la alta rentabilidad espiritual y material que genera la educación de calidad para todos y todas, la Fundación Varkey, indirectamente compromete a los líderes y lideresas de la aldea global y a la prensa mundial, sumarse a esta bella causa, la de poner en portadas,  agendas y debates,  la importancia del quehacer docente como punta de lanza que asegure el logro de los objetivos de desarrollo sostenible de la PNUD.
 

Por lo anterior sustentado, esta premiación es un mensaje revitalizador a los Estados del mundo para revalorizar el ejercicio docente, si pretendemos un desarrollo para todo el país con impacto en el planeta


Por lo anterior sustentado, esta premiación es un mensaje revitalizador a los Estados del mundo para revalorizar el ejercicio docente, si pretendemos un desarrollo para todo el país con impacto en el planeta, la de situar esta noble profesión al nivel de los médicos como lo hacen en Alemania, Finlandia y China, pues el maestro es el médico del espíritu al alcance de un clic.

Sin embargo habrá quienes opinarán, que esta premiación mundial, como la de elegir al mejor “maestro” del mundo con modesto trabajo sostenido de corto tiempo, pronto incitará premiar a Michael Obama con el nobel de Literatura solo por haber arrasado con la venta de sus memorias en un mundo altamente consumista y marketera.

Con miras de nuestra realización profesional y personal, invito a la comunidad docente, innovar y liderar con sinergia el sistema educativo de sus países e ir más allá de las aulas y convierta cada espacio social, virtual o geográfico en un emocionante ambiente de aprendizaje y producción de conocimientos, revolucionado nuestro quehacer diario en nombre de la creatividad y asumir con ética y pasión, su responsabilidad educadora las 24 horas del día.

El sistema educativo actual vulnera la sostenibilidad universal


Comienzo dando un saludos al pueblo Hunza donde el tiempo parece detenerse, allá en el lejano valle de  Pakistan. Aunque no crean, también asistí a  la  escuela, al igual  que muchos millones de  personas, fui empujado a ella, tembloroso e inocente como Albert  Eistein, pues no había  otra opción.

Un  extraño mundo de cuatro paredes, cuyas lecciones de datos y conceptos raros, hoy, en mi segunda juventud de poco me sirven y cuando escribo sobre este espacio de aprendizaje, a veces caótico y otros tétrico, me refiero como muchos, al sistema educativo mundial que nos ve como una inmensa manada amorfa, llamándonos atrevidamente alumnos y alumnas olvidando que poseemos muchas luces y sabidurías innatas.

Formatean nuestra impalpable e ilimitada mente, convirtiéndolos en una estructura acartonada que almacena teóricos conocimientos, aniquilando nuestra innata imaginación divina como insinúa Ken Robinson, sacrifican nuestra creatividad ofreciéndonos una prometedora y lucrativa carrera en nombre del  desarrollo, abocándose a cultivar la cultura de la competencia individual, desatando de esta manera una encarnizada batalla entre individuos, en pos de comodidades materiales.

Incapaz de fomentar una sana convivencia sostenible, la escuela asume palmariamente la exigencia del sistema mundial neoliberal, convirtiendo al ser  humano en una marioneta del oscuro poder, educándolos para perpetuar los vicios de la civilización consumista, como sugiere Peter Mc Laren, lejos de liberar al ser humano entorpece su desarrollo, olvidando las instrucciones de cómo vivir en la tierra recordado por Floyd Westermann

Prueba de ello en cualquier parte del planeta, envenenamos el medio ambiente, incendiamos praderas, contaminamos las aguas en nombre de la industrialización y el  desarrollo, exterminamos salvajemente a aquellos quienes no piensan como nosotros y acabamos con nuestros coterráneos animales que por esas cosas de la vida carecen de  inteligencia.
 
En nombre del supuesto progreso, devastamos nuestro lastimado medio que, todavía estamos a tiempo de salvarlo,  pues es tan sencillo como propiciar una educación que  fomente el amor hacia los demás, donde la humanidad entera  pueda desarrollar sus talentos y habilidades en libertad y que es lindo sacrificarse por el bienestar de todos, siendo posible fomentar una educación fraternal de amor, centrado en el pequeño mundo del  corazón, premiándose a todos y todas  por sus aportes en la  mejora del planeta.

No estamos seguros qué heredarán las futuras generaciones, pues lo que sucede a los demás seres vivos y al medio ambiente, está sucediéndonos a nosotros como lo vaticinó el gran Jefe Seatle, en tal sentido esforcémonos cultivar una educación que humanice al ser humano y su entorno sostenible, una educación con alma para la persona y no para el sistema del oscuro poder mundial.

Docencia ética: ingeniería social para construir una cultura de paz


El objetivo del presente artículo, no es responsabilizar a la comunidad docente de todos los niveles educativos, la construcción de una cultura de paz necesaria en el planeta; sino reflexionar cotidianamente desde diversos paradigmas culturales y comprometernos masivamente el reto de construir esa cultura universal, bajo un liderazgo desde la educación como ingenieros sociales y protagonistas claves de una educación esperanzadora.

Dado que la humanidad, según los expertos, se encuentra en una expectante situación superior a épocas pasadas y al mismo tiempo se ve asaltada por problemas ecológicos, físicos, psíquicos, sociales y el latente grito de guerra, masificada gracias a la internet y al consumismo; quebrando la paz interior, vulnera el endeble patrimonio personal, formados bajo un sistema educativo engrilletado y lineal, limitado a desarrollar aspectos cognitivos.

¿Acaso los operadores de la educación son los únicos responsables de construir una cultura de paz? No. Probablemente la Unesco, intenta liderar y responder universalmente  a través de sus esfuerzos y acciones, recomendando sembrar la paz en la mente y corazón de la humanidad, pretendiendo anclar el respeto hacia el otro, coincidiendo con Benito Juárez, “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al ajeno es la paz”

El docente ético como ingeniero social

Ante esta perspectiva, el docente ético como ingeniero social, poseedor de una alta sensibilidad humana, forjada en su largo empoderamiento moral, se ve obligado asumir el liderazgo en la construcción de una cultura de paz sostenida, desde el enfoque de la pedagogía ética, centrado en la mente y corazón de las personas, para una apropiada convivencia, bajo marcos de tolerancia coincidiendo con las posturas filosóficas de Fethullah Gúlen.

“La paz comienza con una sonrisa”, afirmaba Teresa de Calcuta; discurso que aún no se ha logrado llevar a una praxis pedagógica bajo el arco de una educación para la paz, debido al modesto ejercicio de la inteligencia emocional, en ambientes académicos, postergando los sueños más íntimos que somos capaces de construir en las escuelas, que Luther King, llamaba una cultura de paz como el objetivo final  de la humanidad.

Ejercer la ineludible docencia fáctica para la paz es para muchos expertos, una respuesta de la educación concientizadora hacia los grandes problemas que aqueja a la humanidad y un salvoconducto para la supervivencia futura, entre generaciones diferentes y distantes, centrado en la docencia ética, como mediadora de la paz,  concordando con las reflexiones de Johan Galtung.

 Finalmente, haciendo eco las voces de los expertos y teóricos de la educación para la paz, reflexionemos a la luz de la ciencia, mejorando políticas educativas, equipando el patrimonio moral del docente y rediseñar estrategias colaborativas vivenciales, comprometiendo a toda la sociedad, liderados por la comunidad educadora ética, con vista a los Derechos Humanos, donde una cultura de paz universal es posible y perentorio, si pretendemos prolongar nuestra estancia en esta única nave, la tierra.

El Paper como herramienta académica para el empoderamiento pedagógico


Ante la galopante mundialización de los conocimientos y lo efímero que puede ser ésta, gracias a la imparable tecnología de la información y las comunicaciones generando como resultado una sociedad del conocimiento, planteado por Drucker, la incertidumbre del ser hacia el mañana es espantosa, pues el éxito de hoy no brinda garantías, debido a que habitamos un mundo posmoderno líquido, como sostenía Bauman.

Ante este acuoso panorama, el profesional de la educación, en su afán de mejora continua (Kaizen) ha de manejar herramientas como el Artículo científico, conocido como paper en el “mundo anglosajón” , discurso que comunica resultados científicos en una revista científica indexada, dirigido a una comunidad especializada con el objetivo de compartir nuevos conocimientos, permitiendo empoderarse, generando líneas de investigación que el mundo requiere si pretendemos participar en el concierto del futuro.

En este artículo, esbozamos los aspectos del paper, que suele redactarse en un lenguaje directo y objetivo, por un espacio de dos a ocho páginas a partir de una investigación académica, cuyo título es la etiqueta o marca del artículo, exhibido en la vitrina de la comunidad científica especializada a nivel planetario, al alcance de un clic, siendo el primer puente entre el investigador y la comunidad letrada especializada.

El resumen o abstract del paper, es el anzuelo científico para “pescar lectores” académicos y científicos, coincidiendo con muchos metodólogos y redactores, es considerado la carta de presentación por antonomasia de todo artículo, llamado mundialmente abstract o sumary, siendo público y accesible por los buscadores de la web en cientos de  base de datos, redactado en tiempo pasado e impersonal, acompañado de palabras claves.

La introducción del artículo científico, conglomera un conjunto argumentativo, constituyendo un marco teórico que pretende persuadir a los lectores  apelando a sólidos argumentos científicos en torno al problema a investigar. “¿Qué se sabe, qué se cree del problema?”, con esta interrogante central, Villagrán y Harris, ayuda a desarrollar y redactar la introducción de un artículo de investigación, centrando nuestro interés en el núcleo problémico,  antecedentes,  metodologías, los objetivos de investigación, justificación y la discusión teórica.

Los Métodos y Materiales, detalla con alta precisión los procedimientos metodológicos desarrollados de manera organizada y ordenada durante el proceso de investigación,  considerando la metodología y el diseño y enfoque elegido buscando la verdad, con el objetivo de su reproductibilidad, respondiendo a la pregunta central de investigación, justificando brevemente las razones de su elección al empezar la redacción de este apartado, ¿Cómo se hizo la investigación?

Los resultados de la Investigación es la información precisa de los hallazgos o respuesta a la problemática experimentada y analizada en materiales y métodos,  escrita en un lenguaje comprensible en tiempo pretérito y secuencial, acudiendo a la estadística o la hermenéutica, respondiendo científicamente el problema planteado al iniciar la investigación.

La discusión es la triangulación y los aportes de acuerdo a su línea de investigación, comparando nuestros resultados con la de otras investigaciones y las implicancias en contextos reales o diferenciados y cómo es posible la aplicación en la realidad, con el objetivo de persuadir a la comunidad científica y académica los resultados obtenidos durante el proceso de investigación.

La conclusión, compendia el artículo y la sugerencia de la investigación, relacionados con los objetivos del estudio, redactadas en tiempo presente apoyados en fuentes empíricas de nuestra investigación, acompañado de una fuente actualizada, redactada bajo un estilo que la revista científica exige.

Finalmente, tendiendo nuestra mirada prospectiva hacia un futuro competitivo, es necesario abandonar el pasivo consumismo de los conocimientos, para transitar al espacio activo de los productores de conocimientos, en base a investigaciones multidisciplinarias, siguiendo una línea de investigación  plasmando en un paper, con el objetivo de empoderar el patrimonio pedagógico del profesional de la educación.